viernes, 8 de junio de 2012

Recapitalización, ganar tiempo a lo inevitable

Se veía venir que con la destrucción de empleos (que no ha frenado sino que se ha incrementado tras la reforma laboral), la caída incesante de la vivienda y los desmanes en la banca al final nos iban a intervenir. Pero como dice Merkel que es solo 'la puntita' pues tods tan contentos.

La banca necesita una inyección de capital urgente, para cumplir, entre otras cosas con la nueva ley de financiación y, pese a todos los dimes y diretes, al final Europa va a tener que meter mano en el sistema bancario español, ese que tanto protegen los políticos y que nadie quiere investigar porque parece ser que la mierda salpicaría en todas direcciones. Que nos intervengan no es una buena noticia. Es verdad que ahora el dinero no saldrá únicamente de los bolsillos de los españolitos sino que nuestros vecinos tendrán que colaborar en la colecta. Y todo esto mientras que directivos que han llevado a la ruina y la quiebra ya no solo a sus bancos y cajas, sino a todo el país (repito que nos INTERVIENEN) se vayan de rositas con millones y millones en compensación, pero esto es otro tema.

La cuestión ahora es cómo vamos a devolver ese 'favor'. El dinero no es gratis, habrá que ver cómo se devuelve y los intereses que supone, ya sean monetarios o 'en especie'. Pero vayamos por partes.

¿Qué es eso de la recapitalización y de dónde viene este problema? ¿Cómo es posible que el banco donde depositamos nuestro dinero no tenga dinero? Como siempre hay que retrotraerse a la época de bonanza, esa en la que, según dicen, vivimos (o algunos lo hicieron) por encima de nuestras posibilidades. Los bancos concedieron préstamos de alto riesgo alegremente. No nos engañemos, que unos miles de peones venidos a más se comprasen un chalet y un BMW no han hundido el país. El problema son las millonadas concedidas a las constructoras, que hinchaban sus presupuestos hasta el infinito y más allá. Ese dinero que nunca se devolverá y que nos ha dejado el país sembrado de obras, cimientos, solares y viviendas vacías.

Con las ayudas europeas los bancos ganan tiempo. El problema no desaparece pero les da margen de maniobra para intentar recuperarse. Es un préstamo que no pueden devolver, que afecta a los ahorros de todos los españoles y que,de hecho, no interesa reclamar porque los bancos se han asegurado (pese a no tener dinero) de convertirse en los mayores acreedores del estado al comprar la deuda pública.

La cantidad que las entidades españolas necesitan para salir del hoyo oscila entre los 40.000 millones y los 100.000 millones, y eso que hace apenas unas semanas se hablaba de 10.000, algo que nos parecía desorbitado dado que sumaba lo mismo que los recortes en educación  y sanidad. Un baile de ceros que acabará saliéndonos muy caro.

Os dejo de regalo un fragmento de la película El Concursante de cómo funciona la banca.

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